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lunes, 3 de diciembre de 2012

Comentario del cuadro del Marte de Velazquez

El descanso de Marte es una obra pictórica atribuida al maestro español Diego Velázquez y de Silva (Sevilla, 1599-Madrid, 1660). El cuadro iba dirigido a la Torre de la Parada, situada camino del cazadero de El Pardo, un albergue donde reposar del ejercicio del arte cinegético, entretenimiento preferido del rey Felipe IV. Entre 1635 y 1638, este palacete se llenó de cuadros de tipo mitológico y de cacerías, todos ellos traídos del taller de Rubens y de Snyders. Junto a estos cuadros y para este mismo ambiente, el pintor sevillano pintó también una serie de lienzos entre los que destacan Esopo y Menipo. El Marte velazqueño estuvo allí desde 1642 aproximadamente para luego pasar al Palacio Real antes de 1772. La Academia de San Fernando lo albergó desde 1816 a 1827 y a partir de esta fecha está ubicado en una sala del Museo del Prado en Madrid. La datación de este cuadro es incierta. El catálogo del Museo la fija entre 1640-1642; Bardi, en 1640; López Rey adelanta el periodo hasta 1639; Gudiol entre 1637-40; otros, como Cruzada y Mayer, unos años después; Beruete, entre 1651-60. Camón lo cree cercano al segundo viaje a Italia que realizó Velazquez (1649-51) y avanza la hipótesis de que pueda tratarse del bufón Antonio Bañules (Camón, 1964, II-703). Realmente la técnica es de una suavidad pasmosa y cuesta trabajo pensar que a Van Loga le pareciera imposible entre 1651-60, por su dureza. La fecha es importante, ya que puede la obra estar en relación con la derrota de los famosos Tercios de Flandes en la batalla de Rocroy (1643) en que se anuncia la decadencia militar de España; algo semejante sucede con la fecha discutida de la comedia dramática de Pedro Calderón de la Barca El Alcalde de Zalamea, donde la autoridad civil es apoyada por el rey contra los abusos de la autoridad militar. Fuente:http://www.uv.es/~mahiques/velazq.htm

lunes, 19 de noviembre de 2012

Venus del espejo (Velázquez. 1648)











Utiliza el tema mitológico para atenuarlo, dado que en la época no era bien visto el retratar a
una mujer desnuda sino era por ser una diosa. Venus se encuentra recostada sobre unas sábanas, despaldas al espectador, que era una posición con connotaciones eróticas en la Antigüedad, y su fisonomía es la de una mujer normal, quitándole todos los elementos mitológicos tradicionales ya que Velásquez solía utilizar los mitos como excusa representándolos como personas normales. Sólo puede verse su rostro distorsionado en un espejo que sostiene Cupido, representado por un niño alado desnudo.

Velázquez utiliza en general unos tonos pardos, como era lo habitual en la pintura barroca, con un gran cortinaje al fondo de color rojo para destacar y aumentando el carácter teatral de la imagen.     
 Según un inventario que se descubrió en 1651, Gaspar de Haro y Guzmán, marqués del Carpio, fue el particular que tenía en su posesión este cuadro por lo que se deduce que fue él quien se lo encargó a Velásquez. Era habitual que marqueses de la época encargaran obras de este tipo para su disfrute y, sobre todo, era habitual que encargaran desnudos utilizando la temática mitológica como excusa para no ser acusados de pecadores. Gracias a este inventario y a otros estudios posteriores, se descubrió que anterior a Haro fue adquirido por el pintor Domingo Guerra Coronel que lo vendió posteriormente a Haro. Por este efecto, se ha producido una discusión acerca de qué año fue realizado, estimándose entre 1640-1650 para muchos teóricos.
Se han atribuido al cuadro numerosas connotaciones. Unos teóricos afirman que sería la belleza contra el amor, como si Venus estuviera esclavizada a su belleza ya que se mira al espejo. También se ha querido ver como una representación genérica de la belleza, ya que el rostro de la diosa no se refleja en el espejo, sino simplemente es un borrón porque no quiere identificarse con alguien en particular sino puede ser cualquier tipo de belleza.
 Los arrepentimientos se denominan a los cambios de parecer del artista en cuanto a la posición de los elementos de sus cuadros. Así, aquí encontramos varios arrepentimientos como pueden verse por ejemplo en el brazo flexionado de la diosa o en la parte izquierda, en el pie de la diosa.

  Fuente: http://arte.observatorio.info/2009/04/venus-del-espejo-velazquez-1648/